El agua, la sangre y el Espíritu
El segundo domingo de Pascua, fiesta de la Misericordia Divina por decisión de san Juan Pablo II, era llamado desde antiguo domingo «in albis» (en vestidos blancos) como referencia a las vestiduras blancas que llevaban los bautizados en la Vigilia Pascual. Hoy leemos las dos apariciones del Resucitado a los apóstoles. En la primera de ellas, Jesús, después de mostrarles las manos y el costado para identificarse como el Crucificado, los envía como el Padre lo envió a Él, y realiza un expresivo gesto: sopla sobre ellos y les dice: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20,22-23). Con el gesto de soplar expresa el don del Espíritu vivificante, como hizo Dios con Adán y el profeta Ezequiel en la visión del campo lleno de huesos secos. Jesús se muestra como el Dios de la vida, que otorga a los apóstoles la capacidad de perdonar los pecados,........
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