La ilusión de ‘andar’ en torero
Terminan las clases y rápido cogen ‘los trastos’ para acudir a la Escuela Taurina. Hasta el término municipal de La Higuera, en la Finca ‘Los Cerros’, se desplazan tres veces por semana una docena de jóvenes, de edades comprendidas entre los 11 y los 19 años, para entrenar. Para sentirse toreros. Un sueño. Allí, en medio de la naturaleza, al abrigo del aire puro y de la libertad del toro bravo, son felices. Los delata una sonrisa entre la ternura y la picardía. La ilusión de ‘andar’ en torero.
Una escuela de valores, que aprenden a través de la mano y la experiencia del torero segoviano Emilio de Frutos. El director del centro taurino pule con tacto y delicadeza, con las palabras y el tono adecuado, las carencias lógicas que conlleva un proceso de evolución. El respeto entre maestro y alumno resulta clave en la transmisión de conocimientos y detalles para ir limando la progresión de las jóvenes promesas. Un proceso de formación bonito a la par que complicado. No precisamente de flores, pero en el que también tiene lugar el disfrute propio de un niño.
Natural de Jorge Oliva, alumno que más festejos ha toreado este curso. / A.M.Unos van con pleno convencimiento de ‘querer ser’ torero y otros van a probar y conocer este mundo. Unos son de Morante de la Puebla; otros de Roca Rey. Todos tienen cabida; y todos sueñan con hacerse un hueco en los carteles. La ilusión como bastión. La naturalidad y la inocencia como forma de canalizar su fervor por los toros. Los más aventajados, ya han debutado de luces esta........
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