En Neiva pagamos por seguridad y recibimos terror
Por: Johan Steed Ortiz Fernández
La ciudad no amanece, sobrevive.
En Neiva ya no se pregunta si hubo muertos, sino cuántos. El conteo macabro lo confirman los titulares: 49 homicidios en lo que va del 2025, 10 de ellos solo en agosto, y 12 menores de edad asesinados. Niños, adolescentes, vidas que apenas comenzaban, son asesinados hasta por una gorra, por una esquina mal cruzada, por vivir en una comuna donde una “línea invisible” es más poderosa que la ley.
Y mientras todo esto ocurre, los ciudadanos seguimos pagando puntualmente el impuesto de seguridad. Pagamos por cámaras que no graban, por patrullas que no llegan, por estrategias que se anuncian en PowerPoint y se esfuman en el aire como si fueran parte de una campaña de expectativa. Porque eso es lo que parece: un reality de improvisaciones. Una ciudad que sangra y una administración que se toma fotos en los puestos de mando unificado, mientras el terror se apodera de las noches.
Al ciudadano Gustavo Andrés Vanegas Silva lo encañonaron en la cara. Dos hombres en moto, armados, lo despojaron de 125.000 dólares en plena calle, en el barrio Quebraditas, cerca de Peter Pan. Fue un asalto quirúrgico: lo esperaron, lo interceptaron, lo vaciaron, y se fueron. No había una patrulla cerca, ni una reacción. El hecho fue a plena luz del día, como si ya todo estuviera permitido.
Y no fue el único.
A Jair Alonso Niquina, de 24 años, lo asesinaron en el barrio las Granjas. A otros los mataron en........
© Diario del Huila
