Santa Librada: la casa donde aprendimos a querer al Huila
Carlos Yepes A
El pasado 26 de septiembre volví al Colegio Nacional Santa Librada con la misma mezcla de respeto y gratitud que mi padre, Eduardo Yepes Falla, nos enseñó a sentir por su “alma máter del Huila”. Él se graduó allí en 1958 y decidió,con la convicción de quien sabe dónde se forja el carácter, que sus cuatro hijos, Eduardo, Hernán, Carlos y Óscar, también cursáramos la secundaria en sus aulas durante la década de los ochenta. A la celebración asistí con ese orgullo heredado y con la fortuna de escuchar al historiador Jairo Ramírez Bahamón, quien, con una excelente recopilación de hechos, nos condujo por la línea del tiempo del Glorioso Santa Librada: sus orígenes, sus pruebas, sus transformaciones y el legado humano que ha dejado en el Huila.
Esa memoria viva se sostiene, a mi juicio, en cinco pilares que resumen la trayectoria del colegio y explican por qué Santa Librada no es solo un plantel educativo, sino un símbolo cultural, cívico y moral de la región. Primero, su origen pionero (1845–1849): creado por ordenanza el 26 de septiembre de 1845 e instalado el 1.º de enero de 1849, nació con una misión clara para la época: formar “hombres de luces” y aportar al progreso regional. No es un dato menor; habla de un proyecto de sociedad que entendió pronto que el conocimiento era la vía para conectar un territorio periférico con las corrientes intelectuales y económicas del país.
El segundo pilar es la resiliencia, escrita a pulso en el siglo XIX. Entre cierres y guerras, Santa Librada supo reabrir sus puertas en 1866 en........





















Toi Staff
Tarik Cyril Amar
Gideon Levy
Stefano Lusa
Mort Laitner
Sabine Sterk
Robert Sarner
Ellen Ginsberg Simon
Mark Travers Ph.d