menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Coronel Felipe Uzcátegui, el “Maese” entre la “Lagartijera”/ Por Oswaldo Manrique

10 7
31.03.2025

Si en esa vega, hubo alguien más conocido que los mismos propietarios, esa era la ”Kuika”. Fue a visitar a doña Mercedes, absteniéndose de fumar sus cigarros con la candela pa’ dentro, delante de ella. Al rato, los perros comenzaron a ladrar, alegres, recorriendo desordenadamente la gruesa cerca de tapiales de la casona, al sentir que llegaba el Coronel.

⦁ ¡Aguaite, Aguaite po’ allí! Le dijo señalando hacia la interminable Cuesta de La Mocotí, la perspicaz indígena a la fiel esposa del Coronel, quien atendiéndola, comenzó a observar y en efecto se veía subiendo al “Maese” o alguien parecido.

⦁ Si, Kuika, ese parece que es Felipe Uzcátegui y su cola de “lagartijos”. Dijo doña Mercedes, al mirar desde un recodo del solar.

⦁ Sí es, aguaite el sombrero negro. Hasta la mula se le conoce el brincaíto de andar. Le agregó la convidada.

⦁ Y eso que es bien flaco. Soltó con sonrisa y sátira doña Mecha.

⦁ Naitica puede ensombrecer la estampa de mi Coronel. Le agregó la Kuika, quien los había ido a visitar a La Mocotí.

⦁ ¡Tafallés! baje ligero a ayudar a su padrino. Gritó doña Mercedes, para que el muchacho lo fuera a recibir y ayudar. Al indiecito, se le alumbraron los ojos de la alegría y contestó:

⦁ Voooy misia Mercedes.

Ruidos, señales de movimiento se sintieron en el caserón de La Mocotí. En la cocina, ollas, peroles, cacharros, fogones se activaron como para una fiesta. El experimentado Coronel, lentamente andando sobre su mula, miraba las sementeras muy pobres, sin trigo, sin caña dulce, ni tabaco; los potreros produciendo flaqueza. Cuatro hombres sobre sus bestias, con sombreros de paja y sin alpargatas, se apresuraron, para reconocer como seguro el lugar, para su jefe.

Felipe Uzcátegui el coronel, regresaba de una de sus campañas del liberalismo, su fe y dogma políticos. Enemigo de la dinastía Araujo-Baptista. En 1877, conoce al general Santana Saavedra, quien ordenó la construcción del camino La Mocotí-Timotes. Con su sombrero negro, bordeado con una cinta amarilla, casi marrón de tanto polvo del camino y del tiempo. Su periodo de luchas sociales, políticas y militares de mayor relieve, parte desde la octava década del siglo XIX, como militante del liberalismo, pasando por uno de los hechos sangrientos, fratricidas y dramáticos, que se produjo en 1892 en su propia casa, conocido como el “Bautizo de sangre de La Mocotí” y la graduación de Rafael Montilla Petaquero el “Tigre de Guaitó”, como general; y concluye, con su actuación como Caudillo, dirigiendo las fuerzas liberales en La Puerta, Jajó, Timotes, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez. Es mucha la historia que hay para contar de nuestro personaje local.

Era un hombre de carácter fuerte, sin embargo, jovial, ecuánime, intuitivo, estudioso de la historia y de las ideas políticas, le decían el “Maese”, suerte de maestro y........

© Diario de Los Andes