Los viajeros de la palabra | Para todos los periodistas en su día | Por: Héctor Díaz
“La libreta de notas, una ética a toda prueba y un par de oídos era todo lo necesario antes de que se inventara la grabadora, aquella máquina que masificó la entrevista de una forma viciosa. Y los cambios para mal son varios más. Sólo alguien que ha nacido será capaz de sobrevivir en la confusión reinante, después de todo la vida se encargará de decidir quién sirve y quién no sirve para el mejor oficio del mundo”. Gabriel García Márquez.
Los únicos tres amigos: el teclado, la libreta y el lápiz. Allí reposan nuestras confidencias, las esperanzas y un sueño de ese viajero que escribe permanentemente en su cubículo de redacción, es el mismo que ve al mundo desde lo humano y lo divino y visualiza el entorno desde el bien y el mal. Cada frase, cada párrafo, la alineación de la palabra tiene que ir acompañada con el estado anímico, o por lo menos, con la sensibilidad del espíritu para acentuarla con la nota musical requerida en el concierto de los caracteres .
Cada desplazado lleva una historia viva, algunas llenas de inmensa alegría, otras de tristezas, otras de júbilo; quien cubre la fuente de política se sumerge en el debate de las ideas y de las grandes contradicciones, apunta siempre un titular, que en algunos genera odios y en otros gozo pleno. Esa vistosidad se refleja en el papel y la tinta, pero los resultados del mensaje, se ven en el estado físico de quien la recibe.
La fuente de la economía y desarrollo: una........
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