«Chepelca es querencia familiar; fruto de un hombre trabajador, honesto y generoso»
Gabriel Montenegro
gabymonti59@gmail.com
A 27 años de arduo, duro, pero a la vez orgulloso y tesonero trabajo arriba este 4 de septiembre Industrias «Chepelca», una empresa netamente regional que elabora y distribuye alimentos de buena calidad, mayormente derivados de cereales, y que se ha ganado con sobrada razón un sitial de respeto y reconocimiento dentro del mundo comercial venezolano, además de su consolidación en los mercados regional, nacional y ahora con rango internacional.
El señor Oswaldo Hernández es hijo del pionero y el hombre que ideó lo que es hoy en día esta fábrica de productos alimenticios, donde destaca la elaboración de harina de trigo rica en fibra, maizina de alta calidad; el famoso fororo andino que tanto gusta; natillas exquisitas; un variado menú de gelatinas, adobo y aderezos para las comidas y por supuesto el ya famoso «Checolate», bebida láctea chocolatada, elaborada con el mejor cacao venezolano.
Subraya Oswaldo Hernández, quien fue entrevistado por el periodista Francisco Graterol Vargas, que su señor padre, el señor Rafael «Chepel» Hernández, se vino hace muchos años de su natal Carora (Lara) para Trujillo, en busca de oportunidades laborales y con la mente fija en trabajar arduamente para coronar,como todo emprendedor, sus sueños y metas.
Una vez establecido en Trujillo, específicamente en el municipio Carvajal comenzó con la comercialización de productos agrícolas los cuales vendía en Carvajal y Valera, adquiriendo luego de mucho esfuerzo un pequeño camión con el cual distribuía verduras y frutas a varios de sus clientes, incluyendo el «Comedor Popular» de Valera.
» Mi padre siempre nos inculcó, a mi hermano Gustavo y a mí, la premisa del trabajo sano y honesto; de ganarnos la vida con esfuerzo, pero con la satisfacción del deber cumplido. Esa era una de sus razones existenciales, porque consideraba que la vida no era nada fácil y que con trabajo tesorero y dedicado podríamos lograr muchas de nuestras metas y sueños de desarrollo personal y familiar».
Agrega el señor Hernández, que uno de sus más aleccionadores recuerdos y ejemplo de equidad y justicia empresarial se lo dio precisamente su padre, cuando en el momento de pagarles su salario, luego de sus faenas, y a falta de una registradora automática les decía: » En esa gaveta está........
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