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Érase un pueblecito… y sus aprovechamientos agreste-forestales

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18.11.2025

Creado: 18.11.2025 | 06:00

Actualizado: 18.11.2025 | 06:00

Pasado: Considerando las dos palabras que componen su topónimo, invariables desde su bautismo, el natalicio debió acontecer en el siglo XI o comienzos del XII, pues entonces eran habituales éstas. La primera fecha conocida de su existencia es 1141. Sería tan pequeño que su iglesia la poseían a medias dos familias ricas o nobles, quizá las promotoras del asentamiento. Ya tenía templo, monasterio con fuente y junta vecinal.

Con datos diversos en los siglos posteriores, en el catastro de Ensenada continuaba siendo pequeño, pero con mucho monte. Bien entrado el siglo XX persistía el monte; la mayoría degenerado, de urces; el resto, de pinos, robles, encinas, dos sotos de castaños y algunos aislados descomunales junto al pueblo. Discurría cercano un río, y discurre, (el río grande le llamaban) y un brazo de éste (ya no discurre), el caño de los molinos, pues movía la maquinaria de una fábrica harinera (y también

de luz) y un molino, orlados ambos cursos por humeros, chopos y chopas (aunque del mismo sexo, plantas hembras); los chopos, esbeltos; las chopas, de grueso tronco desmochado a poca altura y con cuatro-cinco ramas partiendo de la cruz. ¿Y como explotaba su medio agreste y forestal? Veamos; una parte de las urces se distribuía cada año a los vecinos en quiñones, atándose en mañizos con gavillas de cañas de centeno y se consumían para arrojar el horno del pan; las sobrantes se vendían a los alfareros jiminiegos. Las cepas se arrancaban periódicamente con una herramienta que más parecía para uso de hercúleos gigantes que........

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