Pleitos y confusión
A mes y medio de las elecciones norteamericanas, es casi imposible predecir quién las va a ganar, en medio de una situación más confusa aún que los comicios de 2016 cuando Hillary Clinton perdió ante Donald Trump.
El panorama electoral este año parece aún peor: las apelaciones y acusaciones empezaron ya meses atrás, pero además se acumulan las complicaciones por el sistema de voto adelantado y por correo, instaurado en los comicios de 2020 ante las limitaciones del covid.
Desparecida la pandemia, las empresas empiezan a exigir que sus empleados acudan a las oficinas y retornen a los hábitos anteriores, pero no ocurre otro tanto con las elecciones, a las que se suman las sospechas acumuladas en los últimos cuatro años.
Porque ambos partidos quedaron resentidos tras las elecciones de 2020: los republicanos, porque una buena parte del electorado no aceptó la derrota de su candidato y muchos seguidores de Trump siguen creyendo como él que les robaron la elección y quienes admiten que el candidato demócrata Joe Biden ganó, consideran que la maquinaria del partido en el poder abusa de los medios legales a su alcance para influir en el proceso electoral.
Los demócratas, en cambio, consideran que Trump no........
© Deia
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