Impunidad consentida
Somos demasiadas las personas que todos los días somos víctimas de la ciberdelincuencia. Suele decirse que las víctimas se merecen reparación y justicia. Nosotros no tenemos ni la una ni la otra. Nos sentimos huérfanos de la tutela del Estado.
Me han extorsionado 4.200 euros. Soy sólo una gota en la lluvia. Mi entidad financiera me dijo que solamente entre el 1 de enero y el 20 de enero, doscientas personas igual que yo habíamos sido víctimas de un robo perpetrado mediante un engaño que facilita a los ciberdelincuentes penetrar en nuestra banca on line. No soy el mayor damnificado. Mediante diferentes testimonios he podido saber que se producen vaciados completos de cuentas corrientes de hasta 20.000 euros e, incluso, más.
El agente del Cuerpo Nacional de Policía que me tomaba declaración para formular la correspondiente denuncia me dijo que era la quinta persona que estaba allí por las mismas circunstancias. Eran las 12.20 horas del mediodía. El día anterior habían sido 16 las víctimas. Solamente en la central de este cuerpo en Gijón. He hecho un pequeño cálculo extrapolando estos datos al número de capitales y a una media de robo de 3.000 euros, por debajo de la mía. A mí me sale que diariamente se roban en España más de 2,5 millones de euros.
Soy incapaz de calcular los delitos cometidos en el ámbito empresarial, que por testimonio de una empresa de ciberseguridad, son muchos y con cantidades exorbitantes. Lamentablemente, todo se lleva a cabo en un espacio de opacidad por el daño reputacional que las empresas sufrirían al reconocer ser víctimas de ciberataques.
Vaya por delante que por nuestra inexperiencia, por ser demasiado confiados, por tener una brecha........
© Deia (Tribuna Abierta)
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