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Geopolítica: Cuidado con lo que viene

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04.07.2025

La llamada guerra de los doce días ha estremecido al mundo con la mayor cercanía nunca antes vista con respecto a una conflagración mundial. Las perspectivas de análisis varían y por ende dependen de la postura geopolítica desde las cuales se realicen. Para los trumpistas, se trata de una operación quirúrgica en la cual se le dio final a una tensión entre dos potencias regionales, al hacer que una de estas perdiera en apariencia su capacidad de crear una fuerza nuclear. Pero la realidad apunta hacia otros puntos más ilustrativos y el hecho de que fueran bombardeadas instalaciones que ya se sabía de antemano que estaban evacuadas es de mucho peso. En la concreta Estados Unidos echó fuego sobre el polvo del desierto, con pérdidas mínimas para Irán. En esa misma perspectiva realista, Teherán nunca ha tenido armas atómicas ni la intención de poseerlas como mismo dice la Organización Internacional de Energía Atómica que por cierto había revisado esas instalaciones.

Entonces, ¿cuál es la ganancia para la administración norteamericana no solo con su ataque directo sino con la escalada de su protegido Tel Aviv? Hay que entender que nos movemos en un mundo de narrativas en el cual lo trascendente no es lo real, sino la percepción de lo real. Dicho en otras palabras, a la dirigencia norteamericana no le interesa si en efecto se neutralizó su objetivo militar, sino hacer un despliegue de fuerza que “demuestre” que Estados Unidos está en capacidad de sostener su papel tradicional. O sea, un síntoma de debilidad de la superpotencia, que cuando ha estado en la cúspide realmente ha sabido usar el poder inteligente para lograr sus metas geopolíticas. La operación ha costado millones de dólares y su única ganancia es, a cinco meses de la llegada de Trump, poder mostrar algún logro de dicha administración en política exterior que compense el escándalo del fracaso interno.

¿Y lo logró? La ira de Trump en las redes sociales hacia las declaraciones del Ayatola Alí Jamenei evidencia que eso es lo que más le preocupa o sea que su enemigo le robe de alguna manera el podio del triunfo. El presidente está gobernando para su ego y con el objetivo de sostener una narrativa que carece de hechos de peso. Lo que nos preocupa es que ello puede desatar una crisis internacional de consecuencias reales, lo cual derivaría en un choque importante entre potencias con capacidad nuclear. En las propias fronteras de Irán, Paquistán estaba dispuesto a dar asistencia en ese sentido, lo cual expresa el caos diplomático en el cual el Medio Oriente puede estar viviendo en este mismo minuto. Países que han........

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