Geopolítica: ¿A las puertas de una nueva crisis financiera global?
Desde que comenzara la guerra en Ucrania, se ha reconformado el orden mundial a partir de un nuevo rejuego geopolítico. Por una parte, Occidente ha evidenciado la debilidad de su sistema de sanciones que ya no alcanza a dañar a las economías emergentes; por otro, la resiliencia de China y de Rusia ha sido mayor y más poderosa que cualquier acción de tipo unilateral hecha por los Estados Unidos. El simple razonamiento de que sean los norteamericanos los que están forzando un tratado de paz demuestra que la parte afectada es la occidental, la cual requiere de una tregua al menos que le permita reagrupar su estrategia. Porque la guerra no es entre Rusia y Ucrania, sino que responde a movimientos globales que colocan a las grandes potencias en encrucijadas. El conflicto proxy (en la frontera) que Occidente hizo para que Moscú se debilitara ha sido un bumerán para los estrategas. Muy pronto, la crisis del petróleo y la de los armamentos ha repercutido con fuerza en el sistema de la alianza atlántica y evidenció que los tiempos han cambiado.
Europa, obligada a la dependencia energética, ha renunciado a una relación natural con Rusia y eso colocó a las economías del bloque en recesión. Alemania, que era la locomotora, se va quedando rezagada globalmente y eso implica que los occidentales tienen ante sí un mundo nuevo. Pero, ¿qué pasa con el centro del poder capitalista? Estados Unidos enfrenta una multicrisis en la cual se mezclan dos elementos cruciales. El factor estructural que determina la existencia de una economía dependiente de China, con una balanza comercial desproporcionada, lo cual implica una debilidad creciente del dólar y de las mercancías hechas en el país. Este efecto ha sido acumulativo y proviene de decisiones en el marco del mercado que fueron tomadas en la década de 1970 cuando se produjo la apertura con China como parte de la Política del Pingpong de Henry Kissinger. Allí ha incidido el hecho de que los grandes inversionistas ya no son occidentales, sino que a partir de la transferencia de mercado y tecnológica, el poder del partido comunista chino sobre la economía global es mucho mayor y en una potencialidad creciente. Una nueva manera de entender las relaciones económicas está en ascenso y la propia directriz de Beijing de hacer frente a la guerra de aranceles evidenció la debilidad de Trump y de su filosofía de gobierno.
¿Es un capricho de la historia el hecho de que Estados Unidos no esté en su mejor momento? Las cuestiones a nivel macro no se deciden de esa manera, sino que poseen una historicidad. La acumulación de riquezas en manos de los empresarios chinos tiene que ver con el factor oportunidad y eso lo saben quiénes estudian el crecimiento mundial macroeconómico. Querer que este proceso de detenga y vaya hacia atrás es como frenar el crecimiento de los Estados Unidos en el siglo XIX y colocarle ese poder a Inglaterra (que a inicios del XX ya estaba en decadencia). Se trata simplemente de una dinámica de movimiento de capitales y de riquezas que no va a modificarse desde las decisiones de un gobierno de turno. Lo que Estados Unidos no está aprovechando, sino que lo dilapida, es aquello que lo pudiera hacer único como mercado. A saber, la presencia de industrias de la infocomunicación en Sillicon Valley y de un país con capacidad de compra y de consumo a partir del poder del dólar. Ambas cuestiones están siendo........
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