Maya y el bloqueo
Maya es una de la tantas mujeres luchadoras que viven en Cuba, que alguien una vez la renombró como la Isla Grande, justamente por tener féminas como Maya. Ese nombre está asociado a una de las civilizaciones precolombinas más avanzadas, que cubrieron casi todo el sur de México y el norte de Centroamérica; historias tan lejanas en el tiempo, pero al unísono cercanas, en los sentimientos nuestro americanos de los padres de Maya.
Maya tiene una hija, Lucía; la niña tiene ocho años y resulta muy talentosa, con afición por la lectura, no en un móvil, sino en los libros tradicionales, de tinta y papel. Cuando la pandemia de la Covid, Lucía enfermó y sus pequeños pulmones estuvieron a punto de colapsar, porque no había suficiente oxígeno para enfrentar miles de casos como el de ella.
Seguro que se recordará que en medio de semejante emergencia, el gobierno cubano solicitó ayuda a terceros países y el de EE.UU. la negó rotundamente, aludiendo a las sanciones que ellos mismos imponen, es decir, el bloqueo contra Cuba existente desde 1962.
Desde luego que Maya ya conocía de ese cerco despiadado, calificado como el más prolongado en la historia reciente de la civilización, que acumula daños superiores a los 170 mil millones de usd. Solo en el último corte anual, marzo del 2024 - febrero del 2025, sumó 7 mil 556 millones de usd de pérdidas.
También Maya ha leído que el bloqueo se ha ido sofisticando con el tiempo, en la medida que el gobierno revolucionario ha encontrado la manera de sortearlo. Le dicen medidas aplicadas quirúrgicamente, convirtiendo el cerco en una auténtica telaraña, extralimitado, por el cúmulo de sanciones extraterritoriales, valga la redundancia.
Esa política que persigue con saña, y castiga a quienes en su natural derecho decidan hacer negocios con Cuba, genera una suerte de terror en el ámbito financiero, provocando permanentes cambios de entidades bancarias, que gestionen el normal flujo financiero desde y hacia la Isla.
Este encierro monetario incluye la prohibición de usar dólares estadounidenses, es decir, la moneda empleada como........
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