Entre dimes y diretes, ataques de todas partes … de la ultraderecha, amenazas de muerte y “chaquetas” entre miembros de su gabinete, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, no ha dejado de luchar y hasta “salirse con la suya”, al obligar al esquivo Senado a reconsiderar y aprobar en la inmensa mayoría de sus acápites su ambiciosa reforma laboral, quizás la más importantes de las que ha propuesto el Ejecutivo.

Ello ocurre poco después de ser de ser derrotada momentáneamente la reforma pensional, pero esta laboral es todo un gran avance en medio de un clima de rechazo a quienes tratan de proteger los intereses de la oligarquía a costa del pueblo trabajador.

También la victoria en el Senado tuvo lugar 48 horas después que el Consejo de Estado suspendiera el decreto de Petro que convocaba a una consulta popular sobre la reforma laboral, la cual, después de analizada por la Cámara de Representantes no tendría necesidad de llevarla a cabo, y sólo faltaría su aplicación. Parece fácil, pero siempre con un enemigo poderoso y embozado contra el primer gobierno progresista en décadas se debe estar preparado, de ahí la continuada movilización popular.

UNA DE ARENA, OTRA DE CAL

Pero mientras el Senado bendecía la reforma laboral, la........

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