Multinacionales siguen masacrando al Congo
La República Democrática del Congo vuelve a ser escenario de una masacre que mantienen las multinacionales para saquear sus recursos sin importarles la devastación que causan, las miles de muertes que provocan y los millones de seres que se ven obligados a dejar su terruño por miedo a la muerte.
Algo paradójico que la nación que cuenta con infinidad de recursos minerales y una riqueza sin parangón sea la más pobre del mundo, y se vea obligada a luchar por su subsistencia.
La colonización del Congo estuvo marcada por el robo de mano de obra, caucho, marfil y minerales en el siglo XIX, bajo el gobierno del rey belga Leopoldo II. Hoy en día, las empresas multinacionales continúan este legado criminal robando minerales y metales esenciales para la creciente economía digital, entre otras. Esta riqueza en recursos es lo que atrae la guerra al país.
Esto hace que en la República Democrática del Congo, uno de los países más ricos del mundo, con reservas minerales sin explotar valoradas en 24 billones de dólares, el 74,6% de la población viva en la pobreza y uno de cada seis en la extrema.
El problema principal es que el pueblo congoleño no tiene control de sus riquezas, a pesar de los intentos del Movimiento Nacional Congoleño que buscaba liberarse de Bélgica y la resistencia de la clase trabajadora, lucha difícil que no ha tenido éxito completo, por lo cual la nación africana sigue dominada por la explotación y la opresión a manos de una poderosa oligarquía congoleña y de empresas multinacionales que operan con el permiso de la primera.
Además, el país sufre, por un lado, las guerras de agresión de sus vecinos Ruanda y Uganda, apoyados por milicias interpuestas, y, por otro, la injerencia de instituciones multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que imponen políticas neoliberales como requisito para los préstamos.
Recordemos que pocos días antes de las elecciones de diciembre del 2023, el FMI entregó al país un desembolso de 202,1 millones de dólares debido a su confianza en que, independientemente de quién ganara las elecciones, se mantendrían “los objetivos del programa de reformas económicas”, que incluían seguir con la privatización de la electricidad y la redacción de códigos mineros que han sido excesivamente “generosos” con las empresas multinacionales. (la palabra “generosos” es del propio jefe de la misión del FMI, Norbert Toé).
PODEROSOS MISERABLES
Las soluciones a los problemas que asolan la región africana de los Grandes Lagos están siendo obstaculizadas en varios frentes: las arraigadas estructuras neocoloniales han impedido la construcción de infraestructuras sociales bien financiadas; el extraordinario poder de las empresas mineras, predominantemente de origen australiano, europeo y norteamericano hasta hace poco,........
© Cubasí
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