Para que la llama nunca se apague
En las conversaciones que giran en torno a la literatura cubana actual, surgen inquietudes que resuenan con fuerza entre los autores y críticos. Dos temas, en particular, destacan en este paisaje literario: la falta de sistematicidad y la dispersión de la crítica literaria, así como los vacíos en la representación de las voces más valiosas de la literatura infantil y juvenil en los programas educativos.
La crítica literaria, ese faro que debería guiar a los lectores a través del vasto océano de publicaciones, parece estar perdida en un laberinto de opiniones y enfoques. Esta carencia de jerarquización no solo afecta la percepción de las obras, sino que también limita el potencial de fomentar un auténtico gusto por la lectura........
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