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¿Nos equivocamos?

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09.06.2025

Esta es la pregunta que se hace un autor responsable cada vez que plantea un pronóstico, realiza una aproximación, o se atreve a dibujar un escenario. Es una pregunta recurrente si se desea que el próximo ejercicio se acerque más a la verdad y resulta esencial para que toda labor sea perfectible.

A inicios del pasado mes de marzo proponíamos una reflexión titulada “La traducción de una foto: Los nuevos Pentágonos de Trump”, en la que llamábamos la atención sobre la probable ascendencia que tendría sobre el gobierno de Donald Trump un grupo de multimillonarios del sector de las llamadas nuevas tecnologías y la posible utilización del nuevo equipo republicano de todo el caudal de información que atesoran compañías tales como Apple, Amazon, Meta, X, en función de sus intereses de dominación.

 En aquel momento no fuimos más allá de imaginar una alianza mutuamente ventajosa, entre el poder político y cierto económico, sin que ninguna de las partes cruzara la línea roja que separa los respectivos mandatos en el orden (o desorden) social imperante en aquel país.

Una de aquellas empresas (X, antigua Twitter) y en particular su ejecutivo principal, Elon Musk, había tenido un papel trascedente en el apoyo de la campaña electoral de Trump, tanto por el volumen de dinero invertido (se calcula que alrededor de 400 millones de dólares) como por la cantidad de datos con los interactuó directamente con los electores para obtener sus votos.

Como se conoce, Trump tuvo el “gesto agradecido” de propiciar un papel protagónico para Musk como parte del nuevo ejecutivo en los primeros cien días de su actuación, al encabezar sin ser sometido a escrutinio congresional una estructura denominada DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental), que supuestamente tendría el mandado de revisar de forma acelerada cómo se gastaba el dinero aprobado en el presupuesto federal para cada una de las agencias de ese nivel, además de indagar sobre políticas, normas y prioridades principales.

De forma paralela, Musk fue asegurando de manera desinteresada una abultada retribución del presupuesto federal para algunas de sus empresas, tales como SpaceX, las que se beneficiarían de inmediato de abultados contratos en función de la defensa nacional estadounidense, la conquista extraplanetaria y otros.

Ante la sorpresa de muchos y........

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