Ucrania pierde la guerra
El primer capítulo del opúsculo que compuse para CTXT el mismo día de la invasión de Ucrania, hace dos años, se titulaba “Hacia una quiebra en Rusia”. En él abundaba en las contradicciones del régimen autocrático ruso. Sin negar la importancia futura de esas contradicciones, la realidad es que dos años después, Rusia, su régimen y su economía, presentan una solidez evidente y que hoy el capítulo se titularía “Hacia una quiebra en Ucrania”. Menciono ese error del año 1 como advertencia sobre los que puedan deslizarse en mi actual apreciación del año 3. No hay nada más imprevisible y cambiante que la guerra.
La realidad es que los rusos tienen la iniciativa militar y están completando y ordenando poco a poco la línea de frente
El recién depuesto jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, el general Valeri Zaluzhny, definió en diciembre la situación en el frente como “estancada”. No me parece real. La realidad es que los rusos tienen la iniciativa militar y están completando y ordenando poco a poco la línea de frente. La toma de Avdiivka, el pasado fin de semana, es considerada importante por los expertos militares rusos y occidentales y, entre otras cosas, aleja la capacidad ucraniana de bombardear la ciudad de Donetsk con artillería que cada semana se cobra vidas de civiles, aunque aquí no se informe de ello. Si bien hasta ahora la táctica rusa ha sido más de desgaste del adversario que ofensiva, no hay que descartar movimientos ofensivos hacia Jarkov y Odesa.
Estados Unidos y la Unión Europea ya han gastado más de 200.000 millones de dólares en la guerra. En diciembre, Zaluzhny pidió al secretario de Defensa americano otros 350.000 o 400.000 millones para conseguir la “victoria”. Eso no parece tener ningún futuro.
Incluso si prosperara el paquete de 60.000 millones para Ucrania atascado en el Congreso de EEUU, es evidente que la próxima........
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