Una gran responsabilidad
Siempre me ha parecido una responsabilidad silenciada que sobre la fachada de una vivienda descanse el azulejo, letrero o cartel que da nombre a una calle. No es un simple nombre, como argumentarán algunos con mirada miope, ya que ese nombre ordena la ciudad, ubica paseantes y sirve como punto de encuentro. Por no hablar de la función de representación que ejerce sobre las decenas, cientos o miles de personas unidas por la dirección postal que indica ese “simple” nombre que cuelga de la ventana de tu casa.
Como ser presidente de mesa en unas elecciones o jurado en un tribunal, ser anfitrión y responsable de una señalización de tal importancia no es algo que uno elija. Una vez me tocó. El casero me enseñó el baño e incidió en que la placa de ducha era tan nueva que aún podía olerse la colonia del operario que había ido a instalarla. Se........
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