Una trama de asociaciones fantasma disimula la implicación de Vox en la ola de violencia política
La extrema derecha está detrás de la escalada de violencia política que sufre España. Una afirmación que parece caer por su propio peso si se tiene en cuenta que los líderes de Vox han fantaseado con ver al presidente del Gobierno “colgado por los pies”, han tildado de “golpe de Estado” la formación de un gobierno perfectamente legítimo y se dedican a agredir verbal, y ahora también físicamente, a otros representantes políticos. La campaña de agitación voxista parece caminar hacia una estrategia de desestabilización de la convivencia democrática que da la sensación de no tener límites.
Si la formación de extrema derecha quiere mantener su aparente adhesión a las reglas del juego de la democracia debería atenerse a ciertas restricciones, que fueron las que obligaron a Abascal a rectificar sus confabulaciones sobre la muerte de Pedro Sánchez y a matizar las acusaciones de golpe de Estado. Sin embargo, el partido cuenta con una estrategia de agitación ultra en las calles que va camino de superar las pocas líneas rojas que aún le quedan por rebasar. Ante la posibilidad de que la bestia a la que están alimentando se desboque, en Vox han diseñado una maraña de organizaciones fantasma con el objetivo de que actúen a modo pantalla protectora cuando llegue el momento de rendir cuentas políticas, morales y quizá también penales por las consecuencias de azuzar el fervor golpista.
La estrategia de agitación ultra en las calles va camino de superar las pocas líneas rojas que aún le quedan por rebasar a Vox
La órbita de Vox es extensa, y la instrumentalización de organizaciones diseñadas ad hoc para funcionar como herramientas de partido alcanza su máximo esplendor en el caso de la Fundación Disenso. Fundada en julio de 2020 –en pleno auge de la extrema derecha– por Santiago Abascal, Jorge Martín Frías y Eduardo Fernández Luiña, y presidida de forma vitalicia por el líder de Vox, la entidad ha recibido “en cuatro años siete millones de euros” procedentes de la financiación pública de la formación ultra, según ha denunciado Macarena Olona, ex secretaria general del partido.
Una parte importante de ese dinero desviado va a parar al pseudomedio de comunicación La Gaceta de la Iberosfera, con el objetivo de crear opinión favorable a sus discursos de odio. Cuenta también con instituciones de carácter formativo que moldean a los futuros líderes políticos, como el ISSEP; e incluso están trabajando para introducir sus ideas en el ámbito laboral con el sindicato Solidaridad. Aprovechando la coyuntura que les ofrece la ley de amnistía y el apoyo de los partidos........
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