Contra el fetiche rural
Todo se mueve como siempre en este fin de julio, pero cada año se complican más los rastros que dejamos en el suelo, si es que alguien decidiera mirar a los humanos desde arriba. Cuando digo los humanos, me refiero al puñado de privilegiados que buscan en estos días cumplir con el mandato de huir de las ciudades. Por centrarnos en territorio español, los tópicos sesenteros que hoy tanto se revisan se me antojan condensados en torno al modelo de La Familia Ulises del TBO: todos bien apretaditos en nuestro particular “Volkswagen”, coche del pueblo; rumbo a las casas de los familiares con derecho a cocina, a tomar la fresca y comer pepinos y cerezas. Después vendría lo que Pasolini ha denominado el genocidio cultural, el consumo exacerbado. Para qué les voy a contar. No tendría espacio suficiente en esta breve crónica. Lo cierto es que hoy la gente duda mucho antes de huir de la metrópolis. Por conciencia ecológica o bolsillos vacíos se cuestiona la huella maligna de los aviones y se vuelve a pensar en las casas familiares, de parientes, de amigas; gente que previamente ha dado el salto a otras formas de vida o que mantienen aún determinadas pervivencias dentro de ellas. Así, cabe la posibilidad, casi inconsciente, de pasarse un mes varados en el Km 0, codo con codo con alimentos de proximidad. No quiero en absoluto afirmar que lo rural esté de moda, porque contra tamaña majadería van todas estas palabras, pero sí que, desde el lugar que me corresponde, atisbo ciertas ganas de “descarbonizar el deseo” como diría la arquitecta, amiga, e investigadora Gemma Barricarte, integrante del proyecto “Humanidades energéticas” . Una forma personal de bajar a su cuerpo los conceptos de Bob Johnson (“Carbon Nation: Fossil Fuels in the Making of American Culture”). Considera, con acierto, que “la cultura no se está haciendo cargo de esto en un sentido revulsivo y utópico”. Para ello contamos, por supuesto, con toda la labor llevada a cabo por colectivos de los que da cuenta Yayo Herrero en CTXT, ya que coordina la sección de crisis ecosocial.
Aun así, recabar........
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