En busca de un futuro para Gaza
Rital tenía solo 9 años cuando perdió a toda su familia durante un ataque aéreo israelí que le causó daños físicos permanentes. Fue la única que logró sobrevivir, pero la noche en que quedó huérfana entró en un estado de mutismo selectivo. Era incapaz de comunicarse incluso con personas cercanas o manifestar emociones. Durante una sesión de terapia comunitaria de UNICEF, el facilitador le hizo varias preguntas para provocar su reacción: “¿Cómo estás hoy? ¿Te gusta estar aquí?” Pero Rital no respondía aunque se quedó con los demás niños hasta el final de la sesión y dio muestras físicas de sentirse cómoda en el espacio. Ese día, la terapia consistía en la narración de historias a través de personajes ficticios para que los pequeños pudieran sentirse identificados con el contenido de los relatos.
Se trata de una técnica que a menudo emplean los expertos en salud mental para tratar los traumas de forma indirecta. Una de estas historias la protagonizaba un mapache que decía sufrir a menudo pesadillas y terror por la noche. Los niños, al ver la caricatura, en seguida comentaron sus problemas al respecto, ya que todos ellos habían sufrido ataques de pánico nocturnos en los últimos meses. Rital se quedó un tiempo mirando fijamente la caricatura del mapache con curiosidad y, tras meses encerrada en sí misma, alzó tímidamente un dedo para indicar que ella también había sufrido esos episodios.
Los padres cuentan que sus hijos se han vuelto muy agresivos, que se orinan de miedo de día y de noche
“Esta forma extrema de mutismo, donde alguien que puede hablar decide parar de hablar, es algo que hemos encontrado mucho en Gaza. Además, muchos padres confiesan que sus hijos se han vuelto muy agresivos con otros niños, o con sus propios padres, incluso que se orinan de miedo tanto durante el día como durante la noche”, relata Rosalía Bollen, portavoz de UNICEF y trabajadora humanitaria en Gaza durante los peores meses del genocidio. La mayoría de niños y adolescentes de Gaza atraviesan actualmente síntomas severos de síndrome postraumático tras lo vivido durante estos últimos dos años: los más comunes son la irritabilidad, hiperactividad y concentración disminuida. Pero eso es solo la punta del iceberg de la crisis de salud mental a la que se enfrenta el enclave palestino.
Durante este tiempo los niños han sufrido malnutrición, de manera que los más pequeños padecen problemas madurativos y de desarrollo físico y mental. Han estado sin poder ir a la escuela (cerca de 660.000 niños llevan desescolarizados más de dos años, sin ningún ambiente de aprendizaje formal) y muchos han sufrido heridas incurables. El coste social y humano de dos años de atrocidades y ataques indiscriminados por parte de las fuerzas sionistas es incalculable. Generaciones enteras de civiles gazatíes contemplan un futuro más que incierto al que se enfrentan en un estado de extrema precariedad psicológica.
Referirnos al profundo trauma generacional y comunitario que enfrenta Gaza en clave de presente sería reduccionista, al igual que hacerlo en términos individuales y no comunitarios, políticos y culturales. La........





















Toi Staff
Gideon Levy
Tarik Cyril Amar
Sabine Sterk
Stefano Lusa
Mort Laitner
Mark Travers Ph.d
Ellen Ginsberg Simon
Gilles Touboul
Daniel Orenstein