¿Cómo entender la salud mental y sus alteraciones y qué hacer con ellas?
¿Qué está en crisis en salud mental?
El modelo de Psiquiatría y de atención a la salud mental que ha sido hegemónico desde la irrupción del Prozac a finales de los 80 está en franca crisis. La ingente cantidad de investigación desarrollada para intentar confirmar sus postulados básicos lo que ha hecho es poner de manifiesto que éstos eran infundados, y que lo que nos cuentan las personas que piden ayuda por su sufrimiento psíquico no puede ser leído como síntoma de una colección creciente de enfermedades que nos remiten a otras tantas alteraciones cerebrales que están esperando ser corregidas con un fármaco. Pero, ¿hay otra forma de pensar en la salud mental y en las alteraciones? Creo que sí. En realidad, hay muchas. A continuación, expongo la que implícitamente creo que ha guiado siempre mi trabajo como clínico. Y el de tantos otros.
¿Qué son las alteraciones de la salud mental?
Llamamos salud mental a la capacidad de participar satisfactoriamente en las actividades de cooperación que nos caracterizan como seres humanos.
Nuestra relación con el mundo está mediada por el lenguaje
Los seres humanos somos animales cuya particularidad consiste en que nuestra relación con el mundo está mediada por el lenguaje. La adquisición del lenguaje proveyó a nuestra especie de un instrumento poderosísimo para la organización social y para la planificación de nuestras acciones. Aquí nos interesan dos consecuencias de esta adquisición.
En primer lugar, desde el momento en que los seres humanos acceden al lenguaje, la relación consciente con su medio (natural y social) está mediada por él. Sólo escapan a esta mediación vivencias excepcionales terroríficas, como las que aparecen en los cuentos de Lovecraft, o algunas experiencias psicóticas que remiten a lo que los lacanianos llaman lo real o lo siniestro. Esto quiere decir que accedemos al mundo sólo a través de las historias que nos contemos sobre él.
En segundo lugar, esta necesidad del lenguaje de dar cuenta de toda nuestra experiencia ha obligado a generar algunas categorías problemáticas como las que designan los pronombres personales. Estos configuran un yo un tú, un él (o ella, o elle, y esto nos remite a otra categoría de problemas), identificables como orígenes de acción y experiencia e integrables en un........
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