“La historia del capitalismo es una historia de genocidios recurrentes”
Hablar con Jason W. Moore (Oregón, 1971) es hablar de capitaloceno, concepto que propuso para “ridiculizar el pensamiento autoritario que se remonta a Malthus a finales del siglo XVIII”, donde la superpoblación era la fuente de la desigualdad. Para el historiador, geógrafo y profesor de Sociología, el cambio climático es responsabilidad de la clase capitalista y de esas 150 empresas transnacionales responsables de más del 70% de las emisiones mundiales de carbono y gases de efecto invernadero desde 1850. La crisis climática, concluye, es una cuestión laboral, una guerra de clases.
En esta entrevista, Moore también desarrolla la idea de ‘naturaleza barata’ y los “los intentos, desde arriba, de devaluar la vida humana”. También analiza el genocidio en Gaza –“singular, pero no excepcional”– y facilita herramientas clave para organizar movimientos antisistémicos que puedan dar respuesta a un capitalismo en crisis.
Quisiera empezar preguntándole por el concepto que ha desarrollado de “naturaleza barata”. ¿De qué manera este concepto es relevante hoy en día para abordar la crisis ecológica?
El capitalismo es un sistema de naturaleza barata. La naturaleza barata incluye no solo los suelos y los arroyos, los campos y los bosques, sino que incluye la fuerza de trabajo humana. La historia del capitalismo, desde Colón en 1492 hasta nuestros días, es la historia de una lucha por la naturaleza barata. La naturaleza barata incluye lo que yo llamo los cuatro elementos baratos, o los cuatro baratos: trabajo barato, alimentos baratos, energía barata y materias primas baratas. Para que el capitalismo pueda superar sus crisis necesita reducir el precio de la fuerza de trabajo, los alimentos, la energía y las materias primas, y al mismo tiempo aumentar su volumen. La naturaleza barata no consiste solo en cómo los capitalistas hacen bajar el precio de estos cuatro elementos, también es un proceso de devaluación en el sentido del término en inglés “cheapening”, relativo a privar de dignidad y respeto. Esto es lo que todos los grandes imperios hicieron: devaluar la vida y el trabajo de la gran mayoría.
¿Qué implica incluir la fuerza de trabajo como parte de la naturaleza barata?
A pesar de que hoy se habla de que la humanidad es la causa del cambio climático, la realidad es que durante la mayor parte de la historia del capitalismo casi toda la humanidad fue ubicada en el reino de la naturaleza. En palabras de la gran economista política Maria Mies, el capitalismo se nutre del trabajo no remunerado de las mujeres, la naturaleza y las colonias. Las fuentes de la naturaleza barata están en la trama de la vida, pero los mecanismos para producir y extraer naturaleza barata implican la dominación y la opresión. Por lo tanto, cuando hablamos de naturaleza barata no solo nos referimos a la naturaleza biofísica y biológica, sino también a los intentos, desde arriba, de devaluar la vida humana y el conjunto de la trama de la vida.
Recientemente ha escrito sobre el fin de esta naturaleza barata, el fin del proceso histórico por el cual el capitalismo no paga sus cuentas. La economista Daniela Gabor analiza cómo los poderes públicos reducen el riesgo de los privados invirtiendo sumas de dinero cada vez mayores para desplazar la crisis ecológica. ¿Hasta qué punto podemos decir que el dinero barato es una estrategia para evitar el fin de la naturaleza barata?
El capitalismo nunca resuelve sus crisis. Simplemente, las desplaza
Desde finales de 1980 hasta hace quizá tres años, la era neoliberal estuvo marcada por una política monetaria expansiva de dinero barato. Lo vimos en Japón, en Europa o en Estados Unidos. Hoy, eso parece haber terminado. Y esto nos dice algo importante en respuesta a su pregunta: el capitalismo nunca resuelve sus crisis. Simplemente, las desplaza de un lado a otro. Pero solo las puede desplazar moviéndose hacia nuevas fronteras de dinero barato, trabajo barato, comida barata, energía barata, materias primas baratas y residuos baratos. Todas esas fronteras hoy han sido cercadas. La fuente de la vitalidad del capitalismo era moverse hacia nuevas fronteras y luego organizar nuevas y vastas revoluciones industriales. Hoy esto ha terminado, definitivamente.
Hoy también asistimos al fin de la........© CTXT
