Ser, o no ser, un migrante indocumentado
Este es un artículo de opinión de Joseph Chamie, demógrafo, consultor independiente y exdirector de la División de Población de las Naciones Unidas.
La probabilidad de morir durante el primer año de vida en los países menos desarrollados es 10 veces mayor que en los más desarrollados. Imagen: Franz Chávez / IPSPORTLAND, Estados Unidos – Ser o no ser un migrante indocumentado, esa es la pregunta para millones de hombres, mujeres, niños y niñas en muchos países en desarrollo. «¿Es más noble, en el espíritu, soportar los embates de la fortuna o alzarse contra un mar de problemas y, al oponernos, acabar con ellos?» para tener una vida mejor como migrante indocumentado en un país extranjero.
En muchos países en desarrollo, especialmente en los menos adelantados, millones de hombres, mujeres, niños y niñas viven una existencia difícil, soportando el dolor y las dificultades de su vida diaria.
Desafortunadamente, muchas personas en estas zonas experimentan altos niveles de pobreza, desempleo, bajos salarios, violencia, delincuencia, persecución, inestabilidad política, conflictos armados, falta de atención médica, oportunidades educativas limitadas y, cada vez más, los efectos del cambio climático.
La mayoría de estas personas prefiere quedarse en sus países de origen con sus familias y amigos, pero ven pocas esperanzas de superación personal en sus vidas.
Las visiones pesimistas sobre el progreso social, económico y político en los países menos desarrollados se ven reforzadas por la falta de avances en las iniciativas de desarrollo y los recortes en los programas de ayuda exterior.
El autor, Joseph ChamiePor ejemplo, la comunidad internacional adoptó 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015 para lograr un cambio transformador para 2030.
Los informes actuales indican que la mayoría de los ODS están retrasados, con el progreso en muchos indicadores clave estancado o incluso revertido en los últimos años. Algunos de los principales países donantes también han reducido o interrumpido sus programas de asistencia para el desarrollo y la ayuda humanitaria.
En marcado contraste con las condiciones en muchos países menos desarrollados, las personas en los países más desarrollados viven en un paraíso comparativo. Hombres, mujeres y niños de estas poblaciones tienen paz, seguridad, estabilidad política, riqueza, empleo, abundancia, vivienda, oportunidades educativas, servicios públicos, atención médica, tasas de mortalidad más bajas y una mayor esperanza de vida.
Aunque en 2025 las poblaciones de los países menos adelantados y los países más desarrollados son aproximadamente del mismo tamaño (1200 y 1300 millones de habitantes, respectivamente), sus circunstancias demográficas difieren considerablemente.
Por ejemplo, la probabilidad de morir durante el primer año de vida en los países menos adelantados es 10 veces mayor que en los........
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