Macron se sumerge en una crisis de deuda muy francesa
Emmanuel Macron no está teniendo una buena primavera. El presidente francés pareció despertarse hace un mes con la desagradable sorpresa de que el déficit presupuestario de su país se había disparado en 2023 hasta el 5,5% del PIB. Algunos inversores en bonos ya están rehuyendo la deuda francesa. Y las autoridades del Gobierno están preocupadas por las agencias de calificación Moody’s y Fitch, que decidirán este viernes si rebajan o no la perspectiva “estable” de la deuda soberana de Francia.
Es poco probable que la segunda economía de la zona euro pida al Fondo Monetario Internacional o a sus socios europeos el tipo de rescate que recibieron Grecia, Irlanda o Portugal en 2010-2011. En su lugar, el país se está inventando una crisis propia, obligado a un programa de austeridad que podría dejar secuelas económicas y políticas duraderas.
Aunque algunos inversores se han echado atrás respecto a los bonos franceses, los mercados en general se han mantenido optimistas. Los rendimientos de los bonos franceses a 10 años, ahora en el 3%, se han movido en sincronía con los bunds alemanes de referencia en los últimos meses. En torno a 55 puntos básicos, el diferencial –la distancia entre la rentabilidad........
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