El impulso político desbloquearía las fusiones europeas en defensa
Tras 30 años de concentración gradual, las firmas europeas de defensa parecen preparadas para una nueva oleada de fusiones. Las pequeñas seguirán siendo absorbidas por las grandes. Pero las operaciones de mayor envergadura requerirán un impulso decidido de los Gobiernos para construir una verdadera industria militar paneuropea.
Para que haya grandes compras en el sector europeo de la defensa, hacen falta un contexto financiero favorable, una sólida justificación económica y estrellas políticas alineadas. Las dos primeras condiciones ya se cumplen. Tras reducirse durante décadas, los presupuestos militares europeos están creciendo, impulsados por la guerra de Ucrania. Según Bank of America, eso ha elevado las existencias de material militar y aumentará los márgenes operativos de los 10 mayores grupos de defensa del continente en una media de 1,3 puntos porcentuales de aquí a 2025. Gracias a la reciente y sólida generación de efectivo, su ratio medio de deuda neta sobre ebitda es insignificante, y se espera que siga cayendo hasta 2025.
Las razones económicas para una mayor concentración son abrumadoras. Unas empresas más grandes y menos numerosas se beneficiarían de la reducción de costes y de las compras conjuntas. También podrían competir mejor con las extranjeras, sobre todo las de EE UU, como Lockheed Martin o RTX.
Las economías de escala también son evidentes. Los ejércitos europeos usan 15 tipos diferentes de carros de combate, frente a uno solo en EE UU, según McKinsey; en aviones, son 20 modelos frente a 7. En conjunto, Europa tiene cinco veces más sistemas de armamento que EE UU.
En el pasado, la consolidación se ha producido sobre todo a través de pequeñas compras. En 2023 por sí solo, el grupo francés de electrónica Thales adquirió el británico Cobham........
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