El riesgo social de una clase media cada vez más amplia, pero más pobre
La clase media es el colectivo socioeconómico sobre el que se asientan las democracias liberales, pero con unos fundamentos tan intensamente erosionados por las últimas crisis del capitalismo, que su definición, cuantificación y función han mutado, y para mal, en los 25 primeros años de este siglo. Ceñirse a los criterios doctrinales para identificarla por los ingresos supone ampliar el colectivo en los últimos años, pero hacerlo desde el punto de vista de su capacidad de gasto implica admitir una pérdida económica muy importante. Tanta, que la percepción sobre la pertenencia de clase provoca la autoexclusión de colectivos cada vez más numerosos a los que la teoría económica considera parte de ella.
El trasvase generalizado de rentas de las últimas décadas, que ha empobrecido a capas muy amplias de la población, ha tenido un efecto sociopolítico no menos generalizado en las sociedades abiertas. Si el retorno que la economía capitalista proporciona a las clases medias no satisface sus aspiraciones, crece la censura social como mecanismo de defensa y respuesta. Si los anhelos de progreso solo están al alcance de las franjas elevadas de renta de la clase media, y cada vez más colectivos se suman a quienes no pueden llegar a ellas, engordando las cohortes insatisfechas, los pilares de la democracia liberal encajarán erosiones crecientes en el tiempo.
Ha pasado en EE UU dos veces y de forma corregida y aumentada la segunda, hace una semana; ha pasado en Reino Unido con un rechazo al multilateralismo blando de la UE en el Brexit; ha pasado en los países más ricos de Europa, en cuyas consultas electorales crece la censura a las políticas migratorias y la apertura comercial global; y en parte ha pasado........
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