¿Cómo mitigar el efecto nocivo de los sesgos de inversión?
Guste o no, existen prejuicios que perjudican, más que agilizan, a la hora de tomar decisiones de inversión. Esto ocurre porque siendo humanos rara vez se toman decisiones puramente racionales. De hecho, está más que demostrado que los inversores compran caro y venden barato. ¿Por qué?
Los ciclos económicos se comportan como una montaña rusa emocional, donde los inversores suelen comprar en la fase de euforia, cuando los precios están arriba, y capitulan o venden cuando están al mínimo, tras una fase de ansiedad, de negar lo evidente, de desesperación y de claudicación –justo cuando menos conviene. Se ha demostrado que los inversores con más estómago son quienes compran cuando todo el mundo se ríe de la idea – como cuando Warren Buffett adquirió Goldman Sachs a un precio irrisorio en 2008, en plena crisis financiera, a la vez que los inversores huían de los títulos bancarios como de la peste.
En este sentido, consideramos tres soluciones para mitigar el efecto nocivo de estos prejuicios: la primera de ellas sería la figura del asesor financiero, que puede ayudar al cliente a definir sus objetivos a largo plazo, y a partir de ahí diseñar una estrategia de inversión que ayude al cliente a conseguirlos. Asimismo, existen programas de inversión automatizada, planes de inversión a largo plazo que invierten automáticamente cuando los precios de un activo en cartera bajan, o se vende para realizar beneficios en cuanto suben, todo a partir de........
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