Testimonio desde La Habana: Podredumbre cubana
Por Jorge Fernández Era*
Ahí está. Hoy me toca el carro patrullero 448.
«Sentirlos junto a nosotros, verlos caminar por nuestras calles, patrullar, velar porque la calma prevalezca, supone un motivo de orgullo. Tras el regio uniforme, llevan sobre sus hombros, con enorme sensibilidad, no solo la suya propia, sino la tranquilidad de millones. Agradecer ennoblece al ser humano, y gratitud merecen quienes ofrendan sus carreras, quienes encadenan décadas de labor en aras de........
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