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Cuba: El odio, la discrepancia y el amor

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12.08.2025

Por Dagoberto Valdés Hernández*

Un feo adjetivo denigrante está siendo usado por algunos en los medios de comunicación y las redes sociales para descalificar al oponente, al de opinión diferente, al discrepante. Ese horrible calificativo es: “odiadores”.

Duele ver a un cubano usar contra otro cubano una frase entresacada de un texto mutilado de José Martí que han reducido a lo siguiente: “Los odiadores debieran ser declarados traidores a la república. El odio no construye”.

Sin embargo, es necesario poner la frase en su contexto, para comprender la esencia del pensamiento martiano ahora tan manipulado. El texto comienza hablando del amor. No de cualquier amor, sino del amor supremo, del amor cristiano, del amor más difícil y purificador: el amor a los enemigos. Es, en contraste, con ese amor al adversario, que Martí contrapone a los “odiadores”, es decir, a los que no son capaces de perdonar, e incluso, a los que no son capaces de la virtud heroica de amar a los enemigos.

La frase completa de Martí dice textualmente: “Se ha de amar al adversario mismo a quien se está derribando en tierra. Los odiadores debieran ser declarados traidores a la república. El odio no construye”. Así lo estampó en su Sección Constante para La Opinión Nacional de Caracas el 1º de junio de 1882.

Por tanto, la República que deseaba construir el Apóstol de Cuba no era fundada sobre el odio, sino sobre el valor supremo........

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