Un MAS roto y un avance a la derecha
Las elecciones del 17 de agosto en Bolivia se desarrollan en un escenario inédito: sin Evo Morales ni Luis Arce en competencia, con una izquierda dividida y la oposición en ventaja
Por primera vez desde 2006 el Movimiento al Socialismo (MAS) llega a las elecciones sin sus figuras más emblemáticas. Evo Morales, inhabilitado por el Tribunal Constitucional y acorralado por causas judiciales fabricadas, llama a votar nulo como forma de protesta. Luis Arce, desgastado y sin respaldo interno, renunció a la carrera.
La ruptura expone una herida profunda en la fuerza que transformó a Bolivia con reformas sociales, nacionalización de recursos estratégicos y protagonismo indígena. Aquella maquinaria electoral parecía invencible y está desarticulada; la derecha ve el momento de volver al poder.
Desde el Trópico de Cochabamba, Morales insiste en la anulación del voto, única forma de rechazo al calificarlo de proceso “fraudulento e ilegítimo”. Afirma que el gobierno de Arce rompió la unidad y abrió la puerta al avance conservador.
El respaldo de comunidades campesinas e indígenas, antaño sólido, está fragmentado. Algunos siguen a Evo, otros a Andrónico Rodríguez o a Eduardo del Castillo.
El primero, antiguo delfín político de Evo Morales, actual presidente........
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