Colombia cambia
Álvaro Uribe es condenado a prisión domiciliaria por fraude y soborno. Un cambio político e histórico tras el fallo judicial
La condena a 12 años de prisión domiciliaria contra Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia y figura central de la política nacional durante más de dos décadas, ha dejado al país frente a un espejo que refleja tanto la fragilidad como la valentía de sus instituciones. La Colombia que amanece tras este fallo no es la misma. Ya no lo será.
El 1⁰ de agosto, cuando la jueza Sandra Heredia pronunció la sentencia, Colombia atravesó un umbral inédito: por primera vez un exmandatario –y nada menos que el hombre que definió la política de seguridad y el discurso de la derecha en el siglo XXI– fue hallado culpable de soborno a testigos y fraude procesal.
Una decisión que sacudió no solo al uribismo, sino a todo el continente, donde el fallo se lee como símbolo de que la justicia puede tocar incluso a quienes parecían intocables.
Delitos que marcaron la caída
La magistrada Heredia concluyó que Uribe manipuló testigos de sus vínculos con paramilitares, grupos armados a los que había ofrecido beneficios judiciales y materiales, por intermedio de emisarios, con el fin de que declararan a su favor y desacreditaran al senador Iván Cepeda, quien desde 2012 lo vinculó públicamente con las Autodefensas Unidas de Colombia.
Partidarios y contrarios se enfrentaron ante el Tribunal que condenó a Uribe. / elcolombiano.comLas pruebas determinantes en el fallo provinieron de distintos frentes. El abogado Diego Cadena, cercano colaborador de Uribe, fue grabado mientras intentaba convencer a reclusos de que declararan a favor del expresidente. Entre ellos estaba Juan Guillermo Monsalve, exparamilitar del Bloque Metro, quien desde prisión vinculó a Uribe con las Autodefensas Unidas de Colombia y entregó audios que mostraban ofrecimientos de beneficios.
A su vez, Dayanira Gómez, compañera sentimental de Monsalve, aportó grabaciones y testimonios que reforzaron la validez de las pruebas. Para la jueza Heredia, estas........
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