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El aguacate de la discordia

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12.09.2025

Ella lo deseaba, necesitaba comerlo sin demora. Él intentó persuadirla: mejor aguardar hasta el cobro, al día siguiente. La mujer se negó.

–Mira lo que dicen en Internet: ayuda a la digestión. Y tú sabes lo revuelto que está mi estómago. Además, contiene proteínas, fibra alimenticia, vitaminas A, C y E, potasio, magnesio, hierro, calcio y sodio.

Cuando el esposo le suplicó un poco de paciencia, su media naranja apeló a la “sabiduría” popular: no satisfacer el antojo de una embarazada lleva a consecuencias terribles.

–Si se te acabó el dinero, mi hermano podría…

La atajó. Ni hablar; solo muerto dejaría de ser el proveedor de su familia, ese era un principio inviolable. No iba a empezar a pedir favores y menos a…

No terminó en voz alta la frase. Cada vez que el nombre de su cuñado salía a relucir, se armaba una tormenta. Cogió la mochila, la vara de alzar la tendedera y partió sin despedirse.

Justo a la entrada de su centro laboral, junto a la tapia, había prosperado una mata de aguacates. Aunque era domingo, la temperatura ascendía a 30 grados a la sombra y la distancia entre un punto y otro no bajaba de 40 cuadras, intentó recuperar el buen humor. Aprovecharía para realizar ejercicios.

Por supuesto, el custodio lo saludó con extrañeza. Pero al conocer el dilema del futuro padre aceptó colaborar; él sabía cómo eran esas cosas, se había casado tres veces y tenía cuatro hijos. A falta de escalera, le prestó........

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