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Educados para salvar vidas

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06.06.2025

Aunque es un hecho relativamente poco divulgado, Cuba y China despliegan solidaridad mutua en la salud pública

Cuando se habla de medicina tradicional china enseguida viene a la mente la imagen de las “agujitas”, en veneración a la reina de la acupuntura. Se desconoce la totalidad de una milenaria disciplina médica, asumida como un completo sistema, que insiste en la existencia de una energía, qi –se pronuncia chi–, fluyendo por todo el cuerpo a través de vías llamadas meridianos. Al producirse un desequilibro de las fuerzas opuestas y complementarias del Qi, o sea, el yin y el yang, el cuerpo enferma.

El sitio web de la prestigiosa universidad estadounidense Johns Hopkins le dedica un espacio: “Los antiguos chinos creían que los humanos son microcosmos del universo circundante, interconectados con la naturaleza y sujetos a sus fuerzas. El equilibrio entre la salud y la enfermedad es un concepto clave. La medicina tradicional china busca restablecer este equilibrio mediante tratamientos específicos para cada individuo”.

Pero la salud en la República Popular China (RPCH) no está anclada únicamente en ese incuestionable saber, que en el siglo XVI introdujo la comúnmente conocida medicina occidental. Sin embargo, fue la revolución socialista de 1949 la que fusionó sabiamente ambas escuelas.

La propia y la llegada desde el exterior de nuevas teorías, principios terapéuticos, tecnologías…

Ese arsenal de herramientas es el mismo propiciatorio de una cobertura médica a más de 1 300 millones de personas en el gigante asiático. Un despacho noticioso de Prensa Latina (PL) daba cuenta de numerosas evoluciones: informes gubernamentales señalaron........

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