Crónica junto al mar
Conocido como el Embajador sin Fronteras, el buque escuela de Venezuela Simón Bolívar dejó caer anclas en el puerto de La Habana para alegría nuestra
Fotos. / María Victoria Valdés Rodda
El mar me hala. Al saber sobre su arribo, estuve cavilando sobre cuál sería el momento y el día ideales. Pude haberlo contemplado recostado en la noche o con las tenues y coloridas luces del atardecer, pero escogí la alegría del sol para acompañar mi primera experiencia en un buque escuela, en este caso de la República Bolivariana de Venezuela.
De niña estuve en un mercante cubano –surto en el puerto vietnamita de Hai Phong– y atesoro memorias de las peripecias de su tripulación en altamar y contra las minas, afanados en ofrecer solidaridad. Ahí empezó mi pasión marinera, renovada en el espejo de azules, y por el romántico antojo de que “en cada puerto, un amor”.
El cadete Willi fue un excelente anfitrión.Se........
© Bohemia
