¿Parto de “hijos machos”?
En medio de la “pobreza irradiante” de la manigua, la mujer cubana supo sobreponerse a los estereotipos y ofrendar su fuerza a la patria a la par de los hombres
Siendo sexagenaria, mi memoria conserva secuencias de cuando Eutelia hacía pillerías, María Silvia imponía su voluntad de quedarse en la manigua, el agobio por el calor del general Resoplez, los cañones hechos con tiras de cuero, las cargas al machete ejecutadas casi sin ropa y el hecho de, a falta de balas, tirarle al contrincante… ventanas.
Si ronda mi edad, sabe que se trata de la serie animada del Icaic sobre Elpidio Valdés, una propuesta de Juan Padrón para adentrar a niños y jóvenes en la historia nacional. Me llegó a oídos que el general de Ejército Raúl Castro Ruz los disfrutó mucho, porque, además de picardía, esa monumental obra del arte revolucionario refuerza sentimientos patrios con ingenio, cualidad que vistió de largo a cada una de las batallas y la vida cotidiana por la independencia.
José Martí siempre lo supo y de ese conocimiento brotó su preclara y contundente carta Vindicación de Cuba (en el periódico neoyorkino The Evening Post el 25 de marzo de 1889), donde cada una de sus palabras exalta la gallardía de tropas y oficiales mambises, y también coloca en primer plano la inteligencia, la dignidad y la entereza de un pueblo todo. Fue un genial modo de enfrentar al vecino geográfico voraz y en preparación del terreno para la eventual anexión. Hoy, ante una esencia imperial más reforzada por megalomanías fascistas, Bohemia les acerca –sin las florituras de escrituras más elaboradas– a un repaso bastante sencillo sobre varias de las dificultades afrontadas entonces, acentuando en las soluciones, pues, al parecer, la rendición no figura en el ADN cubano.
Nuestros abuelos dirían que, ante carencias y cercos, el mambisado “paría hijos machos”, frase discriminatoria a la luz de los actuales ganados derechos femeninos. No obstante esa realidad, en aquella época ciertos estereotipos se irían superando en la práctica del monte y los territorios liberados y, si bien todavía la mujer tuvo un papel secundario,........
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