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De una entrevista y una polémica

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11.08.2025

Recordando a Rubén Martínez Villena y la cita de su “Mensaje lírico civil” hecha por Fidel Castro, en un reciente artículo sostuve que se necesita más de una carga, o que ella contenga tantos explosivos como se requieran contra todo lo que ponga o esté ya poniendo en peligro la marcha del proceso cubano, un proceso que debe seguir siendo revolucionario, o dejaría de existir. Uno de los proyectiles sería para lanzarlo contra un blanco específico, el siguiente, plasmado en un párrafo que reproduzco sin comillas.

Contra el peligro de usar la historia como fuente de consignas, y no como la raíz que nos sustenta y no por gusto nuestros enemigos procuran suplantar por narrativas falaces. También en lo relativo a la historia la crítica se debe ejercer con pleno sentido de responsabilidad, y con la soltura necesaria, para que nadie se sienta con derecho a decir que se ha visto obligado a expresarse en medios que no representan el pulso revolucionario y emancipador de la nación.

Cuando en días recientes estalló una polémica en torno a una entrevista (precedida por el anuncio de polémica), reproduje esas líneas. Me pareció que, en esencia, resumían lo que podría decir sobre el tema. Repito: en esencia, para que nadie entienda necesario tomarse el trabajo de decirme que esas líneas no lo recogen todo, aunque cada quien es libre de asignarse y disfrutar las tareas que estime necesario acometer. Eso es algo que aflora, y no precisamente como logro estimulante, en el guirigay de las redes sociales, en las que —lo aclaro, para no propiciar dudas de ningún tipo— también abundan logros valiosos.

Claro que el párrafo no podría contener todo lo que cabría decir en particular sobre la polémica y lo que la ha rodeado. Aparte de la amplitud del asunto, esas líneas son parte del artículo “Hace falta ¿UNA carga?”, publicado en la víspera de la conmemoración de los sucesos del 26 de Julio de 1953, y animado por ellas. Según recuerdo, cuando ese texto apareció ni siquiera se hablaba de la entrevista aludida, que tuvo lugar el 3 de agosto.

Los motivos para aceptar el convite a una entrevista pueden ser varios, pero en el caso particular de la aludida no creo que el entrevistado la aceptara para decir lo que no ha podido expresar en medios del país y en entornos que suelen llamarse oficiales. No oí a Israel Rojas decir en sus respuestas a la publicación denominada La Joven Cuba nada que no haya dicho —esencialmente al menos— en esos medios y esos entornos.

En las prisas de un diálogo, no siempre un interlocutor logra ser todo lo preciso que querría ser, y en el caso aludido quedó en el aire la posibilidad de decirle a la entrevistadora que, si en cárceles cubanas hay presos vinculados con los hechos del 11 de julio de 2021, no será por haber participado pacíficamente en las protestas de ese día. Mientras no se pruebe lo contrario, lo que se sabe es que se hallan en prisión quienes actuaron violenta y vandálicamente, y son una minoría.

Si alguna precisión pudo parecer que faltó en las respuestas del entrevistado, quedó largamente compensada por su claridad al sostener —con el necesario toque de energía incluido— que los Estados Unidos mantienen contra Cuba una verdadera guerra. Frente a lo........

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