Nota: Este trabajo de curioso título, fue escrito y publicado en 1985, en un diario de Barcelona, siendo Jaime Lusinchi presidente de Venezuela. Es, en cierto modo, un documento de prueba, tanto que se mencionan responsables. Lo pongo en este espacio, como un mensaje a quienes creen que antes las cosas eran sublimes, tanto que no había desempleo y menos represión policial, sin necesidad de hablar de la dirigida a los militantes clandestinos de los tiempos de la lucha armada. Era esta una como manera de "resolver", por demás "inteligente y humana" el grave asunto del desempleo. Es decir, decretar el desempleo como delito, no cometido no por quienes lo generaban, sino las víctimas, fue un extraño e inhumano proceder.

Por lo absurdo de aquello, cualquiera pudiera pensar que se trata de un cuento y como tal, el autor se recrea en lo "invencionero", como hubiese escrito Denzil Romero, pero no, eso fue, como decimos los cumaneses "la purita verdad".

Y conste que, eso no quedó allí. Dado que el artículo fue publicado al día siguiente de la publicación del "Decreto", no habla como durante varios días, hasta cansarse de detener a tanta gente y no tener donde encarcelarla, las autoridades optaron por "hacerse la vista gorda" o fingir que habían acabado con el desempleo.

Lo de "ciudadano, péguese contra la pared, saque su cédula y constancia de trabajo", se volvió una rutina. Las calles se mantenían llenas de policías en el........

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