La dignidad de un pueblo no se negocia
El nivel de deterioro moral e ideológico de cualquier gobierno se puede medir por su incapacidad de anticiparse a los ataques —y de responder a ellos con firmeza—. Lo que hoy vemos en Venezuela con esta clase gobernante, es un espectáculo vergonzoso: un accionar cortoplacista que prioriza sobrevivir un día más en el poder, mientras renuncia o negocia abiertamente los principios que dieron vida a una Revolución nacida para defender al pueblo, no para traicionarlo.
La complicidad con Chevron y las medidas arancelarias impuestas por el "sheriff del universo" (Trump), desnudan la absoluta degradación de quienes hoy, sin legitimidad de origen, gobiernan Venezuela. No es un problema de recursos —los tenemos como Nación—, sino de ausencia........
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