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El retorno de los agresores piratas al Mar Caribe

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La historia de Venezuela es igual a la de Latinoamérica en cuanto a la resistencia del embate colonial y el neo-coloniaje contemporáneo del Imperialismo. Es de todos conocido que comenzó desde la Conquista con la invasión de España a sangre y fuego mediante la espada y su empuñadura en cruz ideológica del judeocristianismo. Al mismo tiempo en la Colonia el imperio español sobrellevó la ofensiva de piratas, bucaneros, corsarios y filibusteros. El mismo forajido con la protección de la bandera imperial de Inglaterra, Francia y los Países Bajos.

Tales bandidos hostilizaban las costas del Caribe como "La Guayra", Coro, Maracaibo, Cumaná, la Isla de Margarita y otras colonias antillanas. Se adueñaron, entre otras, de las islas: Jamaica, Curazao, Tobago, Aruba, Bonaire, Granada, Haití. El oro extraído de la profundidad de la tierra de Abya Yala los españoles lo fundían en monedas, joyas y otras piezas de orfebrería; junto a la plata y las perlas. Los galeones, cargados de la riqueza despojada, eran atacados en alta mar por los malandrines. En referencia se leen obras de diversos historiadores. De ellos Mario Briceño-Iragorry, cronista de las raíces de la venezolanidad, en su inolvidable ensayo "Tapices de historia patria".

Filibusteros franceses y holandeses llegaron hasta la Isla de Cubagua para saquearla, empujados por la codicia de la explotación de las perlas donde murió en la esclavitud un sinnúmero del pueblo originario y de África. Por asociación trae a la memoria la atmósfera de Nueva Cádiz, la primera población del "Nuevo Mundo", en la novela Cubagua de Enrique Bernardo Núñez, debido al tratamiento del tiempo, el espacio, la historia y el sentido mítico; antecedente del "realismo mágico" a manera de técnica narrativa que después recrearon novelistas del boom latinoamericano como Asturias, Carpentier y Rulfo.

Ese prodigio del Caribe, que también acontece en tierra firme, lo atestiguamos un domingo al abordar el bote de un amigo pescador y su familia para dirigirnos a la Isla de Coche desde Puerto Moreno, Nueva Esparta, en la Isla de Margarita. Nos detuvimos en los arrecifes de coral y caminamos sobre ellos con la impresión de levitar encima de olas........

© Aporrea