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La desaparición de Guillermo Guzmán, un cumpleaños truncado y una investigación estancada en Uruapan

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16.12.2025

El 25 de septiembre, el arquitecto Guillermo Cuitláhuac Guzmán García estaba a solo unas horas de cumplir 45 años. Esa mañana, varios familiares y amigos dicen haberlo visto sonriente, conduciendo su camioneta por las calles de Uruapan, Michoacán. Tampoco era una excepción, coinciden: lo recuerdan como un hombre sociable, alegre y de carácter cálido, “con mucho carisma”.

“Al regresar de la universidad vi a mi papá pasar por la calle y lo saludé”, cuenta Valeria, nombre ficticio a petición de la entrevistada. “Serían como las 11:30 o 12. Se veía tranquilo, muy normal. Al día siguiente era su cumpleaños e iba a ir a Morelia a jugar un torneo de pádel. En la noche íbamos a festejar con él”.

Pero Guillermo no volvió a casa, ni respondía el celular.

Horas después, su camioneta apareció abandonada en la carretera a Cuatro Caminos, un punto intermedio rumbo a Apatzingán: una región y una ruta muy golpeada desde hace años por la violencia y las disputas entre Cárteles Unidos, Los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El arquitecto conocía bien esa ruta —donde entrenaba a alumnos en un club de pádel y supervisaba una obra—, pero ese día no tenía programado viajar.

Por eso sorprende que el vehículo fuera hallado a más de 80 kilómetros de Uruapan y trasladado al corralón de Apatzingán. Y sorprende aún más que las cámaras de vigilancia lo ubicaran por última vez en el domicilio de una mujer que, tras la desaparición, declaró no haberlo visto. Una contradicción que, sumada a la falta de más pistas, compone un rompecabezas que la Fiscalía de Uruapan no logra ordenar.

Lee: Guerra entre cárteles con minas y bombardeos con drones deja cientos de desplazados y comunidades fantasma en Apatzingán

A casi tres meses, la familia vive entre la angustia y el desgaste, en un contexto donde operan al menos cuatro grupos criminales en Uruapan —y donde el pasado 1 de noviembre fue asesinado el alcalde independiente Carlos Manzo— y donde la inacción de las fiscalías estatales y federales sigue dejando investigaciones a medio camino arrumbadas en un cajón.

“Al inicio hubo algo de avance, no tan rápido como queríamos, pero algo”, dice Valeria, que lamenta: “ahora todo está pausado. Y eso nos preocupa, porque cada día que pasa el caso se va quedando en el olvido. Estamos muy angustiados”.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, hasta el 11 de diciembre de 2025 Uruapan suma 83 denuncias por personas desaparecidas;

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