Vivo en su memoria
Tuve a José Ángel Ágreda, demócrata de alto nivel, como Profesor de Física en el Liceo Fermín Toro y años después superado bachillerato, lo encontré y me saludó con afecto: «¡Hola, Rodolfol», Lo miré maravillado y le dije «¡Caramba profesor, qué memoria la suya! Recordar los nombres de sus alumnos que han sido tantos!» Me miró, asomó en sus labios una sonrisa amable y comprensiva y me dijo: «Rodolfo, siempre me acordaré de ti porque tú has sido el peor alumno que ha pasado por mis manos!» Y me sentí orgulloso y me enaltecí al saberme vivo en la memoria de mi profesor y descubrí y valoré que él era un ser humano espléndido y sincero.
Con el peso de mi edad olvido muchos momentos de mi vida escolar, pero las pesadas cargas de la Física o de las Matemáticas que me apabullaron durante los años del Liceo se vieron compensadas por el hecho de que a esa misma edad ya conocía la picaresca española, a Quijote y a Sancho, a Lope de Vega, a Rimbaud, a Herman Hesse, a Hamlet y a Gallegos y supongo que mientras Ángel Ágreda trataba de enseñarme algunas leyes de la........
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