Cordelia
No creo que exista nadie en el mundo que haya conocido como yo a Cordelia, la hija del Rey Lear cuando era una niña de seis o siete años que era también mi edad y mi mamá me habló de ella. Para no aturdirme no me dijo que en realidad se trataba de una mujer madura sino que era una niña víctima, al igual que Cenicienta, de dos hermanas perversas que la distanciaron de su poderoso padre provocando su muerte siendo mayor, honesta e inocente. Todavía hoy sigo agradeciendo a Cordelia porque ella activó y puso en movimiento los resplandores de mi imaginación y entraba y salía del palacio del Rey las veces que se me antojaba y recorría con Cordelia los fabulosos patios y corredores y su padre me miraba con simpatía. Crecí y para pesar mío descubrí que a Cordelia no le fue bien como mujer adulta y comprendí que mi mamá tuvo la gentileza de desdoblar el doloroso humo de ficción que........
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