Cuando hay que cenar con un "delincuente misógino"
Los británicos tenemos buena reputación para la diplomacia; ahora toca ponerla a funcionar a toda máquina para gestionar la "relación especial" con los Estados Unidos en tiempos geopolíticamente frágiles. El gobierno progresista de Keir Starmer tiene que tratar con un hombre al que muchos de sus ministros han criticado duramente durante su tiempo en la oposición por muy buenas razones.
El dilema en el Reino Unido quedó patente la mañana después de la victoria de Trump en una entrevista a la presidenta laborista del comité parlamentario británico de asuntos exteriores, Emily Thornberry. "Usted describió a Trump como un predador sexual racista (durante una visita al Reino Unido durante su primer mandato como presidente)", le dijo una periodista de la BBC. "Sí y lo es", contestó Cooper, añadiendo, "pero es el........
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