Una madre lejana
Tras tres años de una separación agotadora, finalmente logré un sueño que había permanecido en mi corazón durante mucho tiempo: celebrar el cumpleaños de mi hijo a su lado. Pero en las profundidades de esta alegría se encuentra una profunda tristeza. La distancia que existe entre nosotros no es solo física, sino también mental y emocional. Pese a tener finalmente la oportunidad de estar juntos, la realidad es que no puedo imaginar a mi hijo corriendo hacia mí con todo su cariño, experimentando ambos el amor maternal del que nos hemos visto privados todos estos años.
Hijo mío, tu cumpleaños fue uno de los días más importantes de mi vida. En el momento en que te abracé por primera vez, recién nacido, me llenó la sensación nueva y única de........© 20 minutos
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