Acepto que no es fácil entender bien lo que nos está pasando, porque quizá nos está pasando lo de siempre. El ser humano tiene más dudas que resultados prácticos, indefectiblemente es nuestro sino y nuestra característica vital. Los efectos y conclusiones de esos temores llegan después, con los años, cuando el tiempo ha dejado pasar las estaciones por el tamiz de la experiencia y ha conseguido aniquilar las dudas y titubeos que marcan nuestro destino. De momento y a pesar de todo, seguimos aquí, disfrutando de una vida más o menos soñada, más o menos amargada, que como siempre nos anuncian está en peligro de extinción.

No es por nada, y sin ánimo de presumir, pero uno ya tiene años de vida, incluso para dos vidas, y ha visto unas cuantas cosas que bien miradas son las mismas que ayer amargaban la existencia a nuestros antepasados y hoy nos las amargan a nosotros. Tenemos un nuevo conflicto árabe-israelí, el mismo que otros tuvieron hace décadas y el mismo que hemos tenido estos últimos años. Idénticos protagonistas con idénticos odios y la misma escasa inteligencia por ambas partes, aunque con armas mucho más sofisticadas y potentes, capaces de aniquilarse mutuamente, aunque sea haciendo estallar un móvil o un hospital.

No quiero ponerme existencialista pero muchos dirán que el ser humano, en determinados lugares del........

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