Polarizados o invisibles
La sociedad se empobrece si siempre debemos elegir parapetados desde una trinchera. Si nos quedamos en el simplista "estás conmigo" o "estás contra mí". Pero los tiempos de la viralidad han acrecentado una recargado ambiente de polarización constante, que se puede cortar con un cuchillo y que nos hace más manipulables. Sobre todo si vemos la realidad exclusivamente desde unas redes sociales que se parecen menos de lo que creemos a las plazas públicas donde nos cruzamos, nos miramos a los ojos, empatizamos y nos saludamos con educación.
Observar el mundo todo el rato detrás de pantallas, como si fuera un reality show, puede alimentar estereotipos, tabúes y prejuicios. Porque los prejuicios se hacen fuertes cuando evitamos aquello que no conocemos. Y solo suelen desaparecer si nos cruzamos, nos mezclamos y nos escuchamos. Entonces, quizá hasta nos percatemos de que nos une más de lo que nos separa. Y que la diversidad es parte esencial de la vida, así que cuanto más visible sea más prósperos seremos todos. Sin embargo, en los últimos años nos estamos quedando atrapados en el mercado de la gresca. O conmigo. O contra mí.
Incluso da la sensación de que o estás polarizado o no existes. El motivo: en la velocidad de consumo de las redes sociales nos fijamos más en lo que nos indigna que en aquello que nos aporta, pues siempre coge más vuelo el morbo de lo polémico o la sentencia........
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