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Triptico Indiano de César Rengifo: publicación Fondo Editorial Fundarte.

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30.09.2025

Una militancia de la anticonquista, como el mismo César Rengifo calificó al conjunto de su obra, está expresada particularmente en el ciclo indiano formado por Oscéneba, Apacuana y Cuaricurían y Curayú o El Vencedor,dramas publicados por el Fondo Editorial Fundarte.    Las obras de este tríptico reflejan en su desarrollo dramatúrgico la dicotomía vencedor-vencido. Esta dicotomía se convierte en un planteamiento original dentro del teatro de Rengifo, pues busca desmitificar la versión oficial de la historia eurocéntrica que impone como verdad absoluta la de los vencedores.

La resistencia a esta visión se expresa en los finales de las obras. El dramaturgo Rengifo dejará siempre espacio a una espiral abierta al infinito cósmico, muy propia de la cosmovisión de los pueblos originarios, de salida futura, esperanzada en los más jóvenes, seguidores de la tradición. Estas obras realizan el desenmascaramiento del “Yo conquisto” totalizador, que todo lo engulle y que niega la existencia del ser en el otro. De ese Yo que buscó legitimidad en la idea de raza para ejecutar la dominación.

La resistencia a esta visión se expresa en los finales de las obras. El dramaturgo Rengifo dejará siempre espacio a una espiral abierta al infinito cósmico, muy propia de la cosmovisión de los pueblos originarios, de salida futura, esperanzada en los más jóvenes, seguidores de la tradición.

En este tríptico indiano, como en las otras obras de Rengifo, el pueblo es el eje central –el pueblo indígena para el caso de este teatro de la anti-conquista y los conquistadores son los reales enemigos, las fuerzas oponentes–.Esta construcción de personajes a favor de los explotados, oprimidos, excluidos, ha llevado, según el investigador Suárez Radillo, a la crítica teatral a menospreciar el tratamiento rengifiano de los personajes, creyendo percibir una dicotomía maniquea entre buenos y malos. Se destaca, por oposición a esta crítica, el énfasis de la visión de Rengifo del teatro como expresión de los valores nacionales y como puente para crear conciencia socio-histórica, en la que se desmitifica el “mundo al revés”, ese mundo positivista en el que los pueblos originarios, dentro de esa áspera sociología capitalista depredadora, son tildados de salvajes.

Se dice que la historia la escriben los vencedores. Esto podría ser pretensión para algunos, pero por ahí no anduvo Rengifo, que ejecutó en su larga y multifacética creación la aspiración de José Martí:

“Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte

echar”.

El ciclo indianista de este autor venezolano es el menos conocido, esto quiere decir, el menos publicado y montado. Pero, acotamos, le ha llegado su momento, este momento histórico de reivindicación de ese pasado de los pueblos originarios, reivindicación puesta en nuestra Carta Magna. Es de resaltar la sorprendente vigencia que posee la amplia obra de Rengifo, pintor, dramaturgo, poeta, animador cultural, periodista. Dotado de alta conciencia hacia la justicia social, muchas de sus obras hacían una temprana denuncia hacia las contradicciones y males de la sociedad venezolana.

Ahora, como dijo Bertolt Brecht, dejemos........

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