Entre inspiración y infracción: el pulso legal de la IA generativa
Todos recordamos las representaciones en "dibujo" 2D que afloraron antes del verano, donde facilitándole una foto al generador de imágenes de ChatGPT, nos convertía en una versión nuestra que podría salir directamente de una costumbrista película del Estudio Ghibli ambientada en la prefectura de Hokkaido. Pero claro, estábamos en nuestra casa y nadie nos había dibujado, nuestra versión animada la generó un modelo probabilístico en base a miles y miles de imágenes ya procesadas e ingeridas e reproducidas previamente.
Ahora, aunque se han hecho esperar y aunque la moda de estos “dibujos” 2D en versión japonesa parece que haya pasado, la organización japonesa CODA, que reúne a una gran cantidad de empresas de creación de videojuegos, anime, manga y otros contenidos de entretenimiento, incluido el Estudio Ghibli, ha presentado una carta a OpenAI exigiendo que su nuevo modelo de generación de vídeo Sora 2, NO utilice sus obras para entrenar este sistema.
Esta carta podría ciertamente considerarse como un requerimiento de cese de uso, aunque es un paso muy previo a la judicialización de estos casos, la verdad es que CODA no está sola en sus quejas y exigencias sobre cómo han manejado los derechos de terceros estos proveedores de sistemas de IA.
También es cierto que no han llegado tan lejos como otros representantes de autores, dado que estas grandes tecnológicas proveedoras de modelos de IA generativa se enfrentan por otra parte a demandas, tanto en EEUU como en Europa y Asia, dirigidas por grandes compañías, gestoras y titulares de derechos de autor, a, entre las que se encuentran los casos de The Walt Disney Company & Universal Pictures contra Midjourney, Inc., el de SNE........© Vozpópuli





















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